Los impactos que las dinámicas globales han tenido en las economías locales, la urgencia de cerrar brechas y resolver desafíos sociales latentes, la aspiración -cada vez más vigente- de forjar sociedades justas, y la innegable responsabilidad de preservar nuestro planeta, configuran un complejo contexto en el que es estratégico reflexionar sobre el papel de las pequeñas y medianas empresas, sus modelos de competitividad, su capacidad de innovación y su liderazgo en el desarrollo sostenible.